Hace años que no escribía sobre una pizarra (desde la escuela) y siempre quise tener una en casa, pero nunca encontré una que me gustara realmente, por lo que he decidido hacerme mi pizarra a mi gusto.
Para empezar no quería una pizarra verde como la de la escuela porque aunque me gusta el verde, no pega con la decoración de la casa.
Todas las pizarras que encontraba tenían un marco sencillo y yo quería más bien una moldura con relieve… creo que las molduras grabadas quedan mejor con una decoración moderna y algo más barroco no hubiera estado mal.
Al final compré en IKEA el cuadro VIRSERUM de 40x50 centímetros que es un tamaño perfecto para mi cocina.
Por otro lado también compré pintura para pizarra negra que se puede encontrar en UP&SCRAP. La tienen en distintos colores como verde, gris, rojo, amarillo y azul. Yo compré el bote de 250ml que alcanza perfectamente para hacer unas 3 o 4 pizarras. También puede encontrar en internet distintas ideas de cosas que puedes hacer con esta pintura además de pizarras, así que no se desperdicia.
Tienes que darle unas 3 pasadas de pintura al cuadro y lo mejor es esperar un par de horas entre cada pasada. Puedes usar un pincel gordo de cerdas suaves o puedes usar una esponja fina como las que se usan para bañar a los bebés o como la que se usa para poner base de maquillaje (en México se les llaman quesitos).
Importante que antes de escribir por primera vez en tu pizarra pases un lado de la tiza (no la punta) por todo el cuadro para ensuciarlo un poco. Después limpia con un borrador de pizarra y ahora sí puedes escribir sobre ella. El punto de esto es que si escribes directamente sin pasar el lado de la tiza, te quedará una marca permanente de lo primero que escribas.
Oh, y ya que estábamos haciendo agujeros en la pared, he colgado un cuadro precioso que me regaló Tamara de Scrap y más mezcla de punto de cruz con scrapbook. ¡Muchas gracias Tam!
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